¿Cómo comprobar un manómetro?
Para comprobar un manómetro y asegurarse de que proporcione lecturas precisas y confiables, siga estos pasos:
- Inspección visual
Inspeccione el dial: busque daños visibles, grietas o desgaste en el dial o la cara del medidor.
Revise la aguja: asegúrese de que la aguja no esté doblada ni atascada. Debe moverse libremente cuando se aplica presión.
Busque fugas: inspeccione las conexiones y la carcasa del manómetro para detectar cualquier signo de fuga, especialmente si está lleno de líquido.
Examine la caja: asegúrese de que la carcasa del medidor esté intacta, sin signos de corrosión o daño físico.
- Comprobación de cero (puesta a cero del manómetro)
Condición sin presión: asegúrese de que el manómetro indique cero cuando no se aplique presión. Si la aguja no se alinea con la marca de cero, es posible que sea necesario recalibrar o reparar el manómetro.
Ajuste del cero: algunos medidores permiten ajustar el punto cero mediante un tornillo o dial en la parte posterior de la carcasa. Si la aguja está ligeramente desviada del cero, ajústela para garantizar lecturas precisas.
- Comparación con un estándar de calibración (comprobación de calibración)
Utilice un manómetro de referencia conocido y preciso: utilice un manómetro de referencia calibrado y certificado (o un calibrador de presión digital) para comparar la lectura del manómetro que se está probando.
Aplicar presión conocida: aplicar una presión conocida común presión instrumentos al sistema, ya sea manualmente o utilizando un calibrador de presión. Esto podría hacerse a través de un sistema de prueba presurizado o una configuración de calibración.
Comparar lecturas: compare la lectura del medidor que está probando con el valor conocido. Si las lecturas no coinciden, esto indica que el medidor puede ser inexacto.
- Comprobación funcional
Aumento lento de la presión: aumente gradualmente la presión aplicada al sistema mientras controla el manómetro. Asegúrese de que la aguja se mueva con suavidad, sin vacilaciones ni trabas.
Prueba de retención de presión: aplique una presión conocida y verifique que el manómetro mantenga la lectura de manera constante sin fluctuar excesivamente.
Alivio de presión: Disminuya gradualmente la presión para verificar que la aguja regrese suavemente a cero o al punto más bajo de la escala.
- Compruebe si hay daños mecánicos o atascos
Prueba de vibración o pulsación: si el presión calibres sistema Si experimenta vibraciones o pulsaciones, verifique el manómetro en estas condiciones. Un manómetro lleno de líquido, en particular, debería amortiguar cualquier movimiento errático de la aguja. Un manómetro seco puede mostrar lecturas fluctuantes en dichos entornos.
Movimiento libre: la aguja debe moverse con suavidad, sin trabas, atascamientos ni movimientos erráticos. Si la aguja titubea o se atasca en determinados puntos, esto podría indicar un daño interno o desgaste.
- Comprobación de fugas (para manómetros llenos de líquido)
Examinar si hay fugas: Manómetros llenos de líquido Con el tiempo, pueden aparecer fugas, especialmente alrededor del sello o del vástago. Si el nivel de líquido en la caja es bajo o irregular, puede indicar una fuga.
Compruebe si hay líquido en el medidor: asegúrese de que el líquido dentro del medidor (por ejemplo, glicerina o aceite de silicona) aún esté presente. Si el nivel de líquido es bajo o se ha evaporado, es posible que el medidor no funcione correctamente y sea necesario rellenarlo o reemplazarlo.
- Prueba a diferentes presiones (prueba de rango completo)
Comprobación en distintos niveles de presión: para comprobar la precisión de todo el rango de presión, pruebe el manómetro en varios puntos de presión (baja, media y alta). Esto garantiza que el manómetro funcione correctamente en todo su rango de funcionamiento.